domingo, 2 de diciembre de 2012

Daniel Obregón:"No somos tan buenos, ni tan perfectos como se nos vende"

Dani Obregón es Cádiz, es carnaval, es comparsa. Tocado por el golpe divino de la música y con una voz que hipnotiza y transmite tranquilidad, recorre los rincones pregonando su pasión a voces abrigado sólo por el amor a la música. Su visión del carnaval, su estilo, su grupo, y sus lunares coloraos son objetivo de multitud de opiniones, yo tengo la mía, continúan el legado dormido del gran Paco Alba. Despiertan pasiones por febrero, cuando suben a las tablas y sus voces tocan el cielo. Un Dani Obregón sincero hoy nos canta verdades. Para mí un placer, este es Daniel Obregón.
- Daniel, vamos a repasar su recorrido por el carnaval de Cádiz para aquellos que no conocen su historia en las tablas del Gran Teatro Falla. Empezó desde muy joven con un también muy joven autor Tino Tóvar, ¿Qué recuerdos guarda de aquella época? 

Son recuerdos MUY GRATOS, y como ves completamente en mayúsculas. Tino es una persona que ha aportado muchísimo a mi educación, y alguien que nos inculcó unos valores que aprecio mucho haber recibido. La verdad, es que es sorprendente mirar hacia atrás y ver el camino recorrido junto a ese grupo de amigos. Empezamos siendo muy niños y a día de hoy ya hemos pasado mucho más de media vida juntos.

- En 1998, hubo una comparsa que dio un pelotazo, El cielo de Cai, fue algo distinto que a la gente le gusto mucho. ¿Cómo viviste aquello?

Ese año fue nuestro boom como comparsa, fue un poco la confirmación de las sensaciones de “La Botica”, pero con un impacto mucho mayor en la gente joven sobre todo. También tuvimos un duelo histórico por el primer premio junto con “Los Piratas” de A. M. Ares.

-  A pesar de no tener todas las criticas favorables por el tipo de comparsa que sacabais  en el año 2000, con Los del año Catapum, llegasteis a lo más alto, os dio eso fuerzas para seguir? ¿O los premios nunca os importaron?

La verdad es que fue un primer premio un tanto extraño porque en mi opinión, el fallo del jurado a la hora del pase a la final no fue acertado, y nuestra comparsa pagó los platos rotos de que se quedara “La milagrosa” fuera de la final. Además haber llegado tan lejos con ese estilo hizo que algunos puristas fueran descaradamente a por nosotros en años posteriores.

- Hay algo que siempre me ha llamado la atención, después de Los aprendices, ¿se creo un grupo nuevo u os adaptasteis a la llevada de Ángel Subiela?, y ¿por qué decidiste continuara en aquellas Estaciones?

Fue algo un poco caótico, tras mi marcha de “Los Aprendices” porque el grupo se deshizo, y Tino finalmente aceptó la incorporación de parte del grupo de “Los Americanos” pero convenciéndome de que estuviera dentro de él para llevar la dirección musical. La experiencia en las estaciones fue bastante buena, pero ya en “El Espíritu…” me cansé un poco de esa dinámica de competición, por eso decidí dejarlo.

- Sinceramente, como es Ángel Subiela, porque los aficionados nos preguntamos si es él el problema o son los demás.

Pienso que su mayor virtud es quizás también su mayor defecto, y es su pasión desmedida por el éxito y por hacer historia dentro del mundo de la comparsa.

- Desde del primer premio con El espíritu de Cai, te pierdo la pista, ¿lo dejaste hasta que Jesús Bienvenido se volvió a cruzar en tu camino?

Lo dejé para salir en la callejera que sacaba Jesús al año siguiente, que fue “Los Pájaroespino” y al otro “Los Encantadores”, para regresar con él al teatro con “Los Mendas Lerendas”

- ¿Esperabais esa acogida y ese cariño que recibisteis con Los Mendas? ¿Sólo era para un año y os visteis comprometidos a seguir?

La verdad es que la sensación de volver fue inmejorable, no estaba dentro de mis expectativas llegar tanto a la gente, pero no por el talento de Jesús y del grupo, cosa que para mí era indiscutible, sino porque no sabía si acertaríamos a competir de primeras.

- Cuatro comparsas, cuatro años consecutivos, cuatro finales, ¿cómo se asume eso?

Pues… Con el orgullo de poder compartirlo con el autor que tengo, ya que lo admiro muchísimo, y con el cariño de estar rodeado de la familia que yo he buscado, mis amigos.

-Después de los Santos, os embarcasteis en El Callejon de los Santos, una gran experiencia supongo.

La verdad es que ha sido de las experiencias más bonitas que he tenido gracias al carnaval. El hecho de poder compartir un disco con voces como la de Pasión Vega o Manuel Carrasco ha sido todo un privilegio, además de comprobar que la mayoría de los artistas que han colaborado con nosotros en él son grandísimas personas.

- Dais la impresión de ser una familia, fuera de toda polémica y de competiciones personales, ¿es así realmente?

Tenemos nuestros más y nuestros menos, pero nada que no se solucione hablando con franqueza y desde el cariño. No somos tan buenos, ni tan perfectos como se nos vende.

- ¿Por qué se fue Arturo de vuestro grupo, Daniel?

Pues tendrías que preguntarle a él, yo solo sé que era totalmente consciente de que íbamos a salir al año siguiente con “Los Currelantes”. Al parecer tampoco ha encontrado su sitio con el grupo de J. Carlos Aragón…

- Y para finalizar este año volvéis después de un año de descanso, sabéis que la gente espera mucho de vosotros, que es mucha responsabilidad, ¿qué nos vamos a encontrar con Los de Piso de Abajo?

Pues continuaremos con ese mensaje que hemos comprobado que se puede dar de compromiso y de crítica, pero sin olvidarnos de divertir y de hacer algo que musicalmente sea tan rico como esté en nuestras manos, cosa que con Jesús Bienvenido está garantizada. Estoy muy contento con el color que está tomando la comparsa, así que creo que agradará.

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